Jon Charters solo tiene un objetivo: encontrar al asesino que acabó con la vida de su querida hermana. Por la noche deambula por los callejones que ella frecuentaba antes de morir, durante el día finge que su vida cotidiana sigue siendo la misma. Al menos hasta que una noche se encuentra con una mujer en camisón escondida en su jardín. Jon la reconoce inmediatamente: es Sarah Jane Ashton, la hija de sus difuntos vecinos que ha sido confiada a su tío tras la trágica muerte de sus padres.
Jon no ha visto a Sarah en casi diez años, durante los cuales siempre la ha recordado con desprecio, así que cuando la joven le molesta con una petición de ayuda que parece absurda, no puede hacer otra cosa que negarse.
Pero en el Londres victoriano, con el telón de fondo de un asesinato, donde el pasado y el presente chocan y el destino baraja las cartas, ¿puede una ventisca barrer todos los viejos rencores y abrir la puerta a un sentimiento tan puro como el amor?
